Después de haber sufrido algún tipo de accidente, siempre quedan secuelas independientemente del tipo de vehículo que sea y sin importar que lo repare tanto como se pueda. Todo dependerá de la magnitud del siniestro, pero hasta el más simple de los impactos deja un rastro, trayendo consigo consecuencias negativas. Decidir si se invierte en una reparación es de cuestionarse cuando el incidente ha sido grave, en ocasiones se pierde menos comprando un vehículo nuevo.
Cuando los daños son superficiales como una torcedura o abolladuras en la chapa no hay porqué alarmarse, mientras no se afecte la parte eléctrica o mecánica seguramente es subsanable. Para no tener ningún tipo de inconvenientes indeseados es recomendable no escatimar mucho en escoger un buen taller, de ello dependerá en gran medida que su vehículo quede en perfectas condiciones.
En el caso de camionetas o coches convencionales, las probabilidades de que sea así son grandes, pero al hablar d motos las cosas cambian considerablemente por obvias razones. Una motocicleta no suele tener la misma robustez que otros vehículos, todos o la mayor parte de sus componentes quedan expuestos, por lo que por mucho que haya sido construida con materiales resistentes siempre queda vulnerable, tanto ella como el conductor.
Claves importantes para tomar la decisión
Antes que nada debe hacer que los daños sean evaluados por un mecánico profesional y de confianza, por supuesto, especializado en motos. Aunque sus sistemas sean muy similares a los de un coche no son los mismos, por ello es necesaria la opinión de un experto en la materia para que pueda ser realmente objetivo en las recomendaciones después de su análisis. Algunos gustan buscar una segunda opinión, lo cual es aceptable si el diagnóstico es ambiguo.
Algunos daños no son visibles pues están ocultos, y salen mientras se van reparando los que sí son evidentes. Lamentablemente, se dan ocasiones en las que se generan daños peores al no detectarse a tiempo. Si elige reparar, debe comprar repuestos de calidad, estos no tienen que ser necesariamente nuevos. Si únicamente va por repuestos originales y a estrenar, la factibilidad económica podría ser completamente inviable, hay otras opciones que le pueden servir para que el presupuesto no se le vaya de las manos.
Esto puede evitarse si opta por la compra de repuestos en un desguace, los cuales son establecimientos que comercializan piezas usadas pero en perfecto estado y a precios accesibles. Los hay especializados en motos, puede hallarlos incluso vía online en directorios y así los encontrará en un solo lugar facilitándole la búsqueda por todo el territorio español.