Mientras se tiene coche nuevo todo es suavidad, su funcionamiento es perfecto, sin sobre saltos ni mayores contratiempos, pero a medida que se suman kilómetros los componentes sienten el peso del tiempo cobrando por el uso y abuso y que reciben. Generalmente una de las primeras averías en aparecer se deben al desgaste, y entre esto y otros fallos el vehículo comienza tener diferentes ruidos que advierten cuando algo no está bien.
Cuando no se tienen las debidas atenciones para el vehículo las averías aparecen más pronto de lo esperado, sin importar si el coche tiene o no mucho tiempo de haber sido adquirido. La forma en que se utilice el coche también puede ser perjudicial si se hace de forma incorrecta como arrancar con el motor en frío sin dejar que sus componentes alcancen la temperatura óptima para su funcionamiento.
Los ruidos del motor
Al prestar atención al coche el oído se afina y es posible reconocer cuales son los ruidos usuales que acompañan al vehículo, por lo que al haber algo diferente puede ser detectado a través del sonido que recrea e interpretarlo. Algunos de estos podrían ser:
Inestabilidad del ralentí: cuando el sonido tiene altibajos constantes sin importar que sean leves, se debe chequear el cambio de los filtros tanto del combustible como el aceite; con ello se descarta si existe alguna obstrucción de suciedad que pueda impedir que la máquina obtenga la cantidad justa de estos dos elementos.
Sonido de cámara lenta: podría anunciar que la vida de la batería se acerca a su fin y por ello no suministra suficiente energía para que el motor tenga voluntad. Habría que probar la batería cargándolo y ver si el problema se soluciona o persiste.
Silbido al acelerar: que el motor silbe al acelerar es normal cuando el turbocompresor está funcionando, debido a que la turbina incrementa su velocidad para aumentar la presión de aire para el motor. No obstante, si ese sonido se hace sentir más de lo usual, es que hay algún escape de aire por un manguito o tiene floja una abrazadera, llevándolo a reducir la presión.
Chirrido constante pero leve: seguido se debe a que la bomba de agua está defectuosa o dañada y requiera ser reemplazada.
Golpeteo: conocido como picar biela, el golpeteo es una señal de avería en el motor. Sucede en el momento que una biela se golpea con el cigüeñal, lo cual podría destrozar al motor.
En caso de que desafortunadamente por los daños sea preciso cambiar la máquina, visite www.motoresdyg.com, una central de desaguaces especializada en motores en la que, además de poder contactar con la empresa que disponga de la pieza, el coste es menor a una tienda convencional.