Funciones y averias de la centralita de un coche

La centralita del coche también conocida como ECU (siglas en inglés de Engine Control Unit) es el cerebro que hace que todo funcione correctamente; por lo cual, si falla, de igual modo lo hará el sistema. Está compuesta por dos unidades: la del motor, que se encarga de las gestiones con los inyectores del combustible y optimizar las revoluciones y el ralentí; y la del confort, que controla el climatizador, las luces, y el elevalunas.

Si muchos llaman al motor el corazón del coche, la centralita viene siendo el cerebro, porque es el que supervisa casi todo el funcionamiento. Sin embargo, al igual que cualquier otro componente puede averiarse, lo que le impide comunicarse con los sensores ocasionando contratiempos al vehículo.

¿Cómo determinar si es la centralita quien falla?

Pueden presentarse diferentes síntomas como alerta de que existen problemas en la centralita; aunque, tenga en cuenta que algunos de ellos pueden ser incidencias que demuestran averías en otros elementos, que guardan estrecha relación con el sistema. Los más usuales son:

  • La velocidad no es la usual o el ralentí es inestable.
  • El rendimiento se reduce.
  • Se requiere de varios intentos para que las puertas puedan cerrarse como es debido.
  • El motor presenta inconvenientes para arrancar o llega a no hacerlo, también es común que se detenga estando en marcha.
  • No encienden las luces internas del coche.
  • Los limpiaparabrisas no trabajan en ninguna forma.
  • La aceleración, al igual que la velocidad, se pierden consecutivamente.
  • Se hacen muy notorios ciertos estallidos procedentes del motor.

¿Qué genera fallas en la centralita?

Entre las causas más comunes que traen contratiempos con la centralita, sin duda las más molestas son las relacionadas con los errores de programación, que en ocasiones hacen que la UCE se reprograme sola sin prestar atención a las características propias del coche. Adicional, por esta misma razón suele quedarse inactiva o fallar de forma constante.

El contacto con el agua es otra de las causas más letales, si llega a entrarle a las conexiones eléctricas se dañan en su totalidad. Cuando esto sucede no hay reparación que valga, lo único que queda es cambiarla, lo que no es del agrado de nadie, debido a lo caro que es; no obstante, puede optar por piezas de desguace, con lo cual será menor el gasto.

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