Los sistemas de dirección y suspensión con esenciales, no solo por la comodidad que ofrecen al conducir, sino por la seguridad que aportan al vehículo; ellos se encargan de que la conducción sea suave al pasar sobre baches y le dan al chofer el dominio sobre la trayectoria. Es común que se hable de ambos en conjunto, por lo estrechamente relacionados que están.
¿Qué hace el sistema de suspensión y de la dirección?
La suspensión es la conexión del vehículo con las ruedas y además es la responsable de que el recorrido sea confortable, tanto para el conductor como para los pasajeros. Aparte también se encarga de que las ruedas permanezcan el mayor tiempo posible en contacto con el suelo, y de esa forma puede facilitarse la tracción.
Si el coche no tuviese sistema de suspensión, al pasar sobre los baches el vehículo se moverían de arriba hacia debajo de manera perpendicular a la carretera. Esa energía vertical que se crea pasaría al automóvil, levantando las ruedas antes de que fueran atraídas por la gravedad; para que este efecto se disminuya, se requiere que la suspensión esté debidamente ajustada y apoyada por los muelles y los amortiguadores.
Por su parte, el sistema de dirección le permite al conductor ser quien guíe al vehículo. Para ello el volante se conecta a la suspensión por medio del árbol de dirección y varias articulaciones de pivotes. Esto facilita que las ruedas logren moverse hacia arriba y hacia abajo tal y como se amerite, sin que el ángulo de la dirección tenga que ser cambiado; otra de sus funciones es asegurar el giro de las ruedas según se desee.
¿Cuándo se debe revisar la transmisión y la suspensión?
Razones para realizar revisiones a los sistemas de suspensión y dirección pueden haber muchas, pero se podría programar su verificación:
- En ocasiones “básicas”, tales como: hacerlo parte de la revisión de rutina, al reemplazar los neumáticos, cuando se cambian los filtros y el aceite, durante la revisión o reparación de los frenos o al menos cada 80.000km.
- Al sufrir algún percance o accidente en el que se hayan perjudicado las ruedas o la suspensión.
- En caso de percibir señales de posibles fallas en alguno de los dos sistemas.
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